Los famosos pliegues de la frente, las dos líneas del entrecejo que dan aspecto agresivo a un rostro o las marcas que unen nariz y extremos de los labios ofreciendo un aspecto envejecido y cansado, son las primeras que denotan paso del tiempo a partir de los 30 años. Normalmente, las personas que quieren cambiar estas imperfecciones de la piel, suelen recurrir al botox y ya saben que con unas filtraciones del producto bien aplicadas, no solo eliminan de golpe estas marcas, sino que previenen que se hagan más profundas y evidentes.
Ahora bien, la medicina tradicional como la medicina estética, han mejorado notablemente en los años y un tratamiento que se suele usar mucho hoy en día es el de bichectomia, que sirve en especial modo, para cambiar la forma de los pómulos.
Los usuarios habituales de toxina botulínica por ejemplo saben que no es definitivo que su rostro permanezca terso y liso más allá de 6 meses sin recurrir a una nueva aplicación del mismo. Porque el producto, que aunque no es totalmente natural porque se fabrica a partir de esta pero va preparado para aplicarse en estética, se reabsorbe paulatinamente y desaparece, junto con su efecto alisador y tensor.
Esta es una cosa que no pasa ni con la bichectomía, ni menos con el lifting.
El efecto pues tras una operación de cirugía en cualquiera de los centros que lo trabajan en la capital, es que de manera inmediata el rostro aparece más liso, rejuvenecido y con un aspecto más brillante y terso. En pocas horas entonces la apariencia del rostro será definitivamente más joven y respectará los cánones de belleza elegidos por el paciente.
Basta con acudir a un centro o clínica estética especializada para el tratamiento, ya que su aplicación es mínimamente invasiva, como todo el mundo desea. Y se pueden escoger también otros tratamientos que ofrecen excelentes resultados también en cuello, escote y manos, zonas que denotan pequeñas líneas de arrugas debido también a la delgadez de la piel en dichas áreas.
Con una visita en un centro, se decidirá el tipo de tratamiento, que consigue aumentar la autoestima de miles de pacientes atosigados por la necesidad de estar siempre perfectos en apariencia exterior. Y es que esto nos hace entender perfectamente como estos tratamientos no son nada superfluo como algunas personas creen, sino que ayudan al bienestar psicológico y físico de muchos.