Antes de emprender un modelo de franquicias a través de nuestra empresa, debemos determinar si esta cumple con una serie de condiciones básicas que garantizarán una estructurada sólida, capaz de reducir los riesgos que implica un proyecto como este.
Tu negocio debe tener u sistemas de funcionabilidad probada, con metodologías operativas y comerciales probadas, que sean eficaces y accesibles a todo público, debe mantener una rentabilidad en crecimiento o al menos con una estabilidad próspera, con características en capacidad de replicarse para garantizar el estándar de calidad de tu marca, necesarios para buenos proyectos de franquicias.
Los productos y servicios que tu negocio ofrece deben contar con un alto grado de demanda entre el público, así que determina los niveles de aceptación generales, mucho mejor si encuentras clientes que vienen desde lejos a tu local, ya que esto implica un sello de calidad, y superioridad ante la competencia, asegurando un éxito rotundo si decides colocar una franquicia de tu negocio cerca de ellos.
Las ventajas de tu negocio deben ser únicas, una franquicia solo es posible cuando el concepto es auténtico, innovador y realmente abarca un público extenso, ya que si decides extenderte sobre un mercado abarrotado de ideas tradicionales, es un riesgo muy alto, ya que te enfrentarías a grandes corporaciones con años de establecimiento en el mercado.
Asegúrate de que tu negocio cuenta con recursos y estructuras que puedan llevarse a cabo en otras instalaciones, determina la forma de operar que tu personal tiene para con el público, evalúa si es eficaz y que aspectos de esto pueden mejorarse, la atención generará la reputación de tu servicio y por ende afectará a toda la red que formes una vez decidas franquiciar tu negocio.
Una vez que tengas operando una franquicia, deberás asesorar al franquiciatario de forma completa, como si de tu propio personal directivo se tratara, ya que esto determinará no solo el éxito de esa nueva unidad, también va a influir en la forma en que el público distante vea tu negocio principal, y opina sobre tu marca. La garantía de calidad viene a base de los conocimientos que le proporciones a tus nuevos socios.
Ocúpate de instrumentar a la perfección todas las condiciones, a través de manuales, procesos automatizados, nuevas tecnologías, procesos administrativos sencillos de realizar, operaciones comerciales y logísticas estandarizadas, asistencia técnica con capacitación continua, información detallada de los servicios ofrecidos y un contrato de franquicia preciso en todos sus estatutos.
Finalmente abócate a intervenir en la comercialización de tus proyectos de franquicias, mostrando a tus posibles franquiciatarios todas las ventajas que tu marca tiene para ofrecer, atrae las inversiones a través de un sistema de mercadeo completo en redes sociales, y demás medios publicitarios, así sentirán la fuerza de tu nombre y querrán ser parte del proyecto, por ver potencial de crecimiento.